Y los daimitos?

Esto fue publicado el Jueves 2 de sept en Video Time de Diario Tiempo (debo la ilustracion)

En una lejana galaxia llamada “Mi-Qu-Ha-dra” existían verdaderos artefactos que  hacían volar el tiempo , esto solo podía ser contrarrestado con el fajazo traicionero de tu Mama, Papa o pariente que tenía permiso para sonarte, esos extraños aparatos eran llamados Las maquinitas de a Daime (20 centavos)

La chavalada  de hoy se sabe todos los chambres por las redes sociales; en tiempos no muy remotos la juventud hacia vida social en las “maquinitas de la pulpería” Mientras jugabas  Contra o aprendías a volar con Mario “colita” podías saber cuántos meses de embarazo tenia la china de la cuadra, quien era el culpable, si salió huyendo o se robo la cipota y claro no podía faltar el lugar, fecha y hora cuando se consumó “el pecado”

Esa solo era una parte de las maquinitas de 20, aunque debo aclarar que yo las conocí más baratas (10ctvs) Los juegos dependían del lugar y esto era un elemento importante para que chambres de una cuadra llegaran a otra.

En aquellos tiempos en que Tv por cable no existía y el internet no era mencionado ni en “Volver al Futuro”  recuerdo haber caminado desde la Satélite hasta la Sandoval y de allí a la Aurora en busca de juegos míticos como un tal “Double Dragon 2” o  “Robocop” (no lo intentes hoy)

Otra de las características de estas arcadas artesanales era el tiempo, por 20 centavos jugabas hasta 5 minutos en algunos lugares en otros no más de un minuto y medio, aunque podías hacer marruja y dejarla directa.

Dejar una maquinita directa era cuestión de técnica; pegar una patada donde echabas el daime, apagar y encender la maquinita varias veces hasta que diera un señal en específico, empujar hacia adelante y hacia atrás con la ayuda de varios aleros, pues si lo intentabas solo era probable quedar como tortilla, meter una varilla metálica por el agujero de veintes hasta que tronara (riesgo = que te pegara un bombazo la corriente) Meter un 20 amarrado también funcionaba pero requería gran pulsito para sacarlo, echarle monedas de otro país y otras, todo esto lo debías hacer a espaldas del pulpero, sí lograbas dejar la maquina directa sin ser linchado el siguiente paso era mandar a cambiar un lempira periódicamente, solo para que el vende-churros no sospechara nada.

Esas eran las jugadas que hacíamos para jugar pero los pulperos no se quedaban atrás, muchos te desconectaban la maquina  sólo por amargarte o para que reiniciaras la partida y así gastarte el dinero de la escuela. 

Los Chavos de 15 para arriba eran “Los viejos”, cambiaban su pisto e inmediatamente metían la mano, listos para que cuando se acabara el tiempo, quitar a los chicos de un empujón, entonces el chico  con voz chillona y temblorosa decía algo así:

-Loco, yo le voy a seguir echando

El viejo pela los ojos mientras se rasca el “Hongo” de la cabeza  y con voz profunda contesta:

-echale pero yo voy a jugar, andate sino queres que te suene las tapas.

-pegame….! Te voy a echar a mi hermano, decía el chico sacando pecho costilludo.

-¡Zaz! ¡Pum! ¡Potoclox! El cipote llora y se va gritando mientras la pulpera gritaba “pucha Manfredo, ud ya esta viejo, si vuelve a hacer eso le apago la maquinita por Dios”

Manfredo sigue jugando y de repente ¡Zum! ¡Zas! ¡Ay! Y Manfredo grita “Soltame loco mira que soy quebrado ayyyy” entonces interviene la pulpera y le dice “Dejalo Nectali que le vas a quebrar el vigrio a la maquinita, a tu aguelita le voy a decir” Y al terminar de decir estas palabras la pulpera agarraba del pelo a los dos y los sacaba de la trucha, mientras el hermano menor le da con la chancleta polvosa al abusador abusado.

Era cuestión de Horas que Manfredo y Nectali fuesen amigos de nuevo y reunieran capitales para tratar de rescatar “Las Tortugas Ninja” cuando van por la 8 , la maquinita  luce como un panal , somos las avispas que quieren ver como destruyen a Destructor.