Aquellos dias en las arcadas

Esto salio publicado ayer Jueves en Video Time De Tiempo:

Yo no sé ustedes pero yo fui un cipote normal y me escape de las clases un montón de veces. Los padres, maestros, buseros, pulperos y hasta periodistas sabían que nos capeábamos, esas picardías de colegio son más viejas que el polvo, aunque algunos ultra derechistas-conservadores-papanatas insistan en que por este tipo de cosas el país se hunde, haciéndose los papos con las que cosas que realmente importan. 

En  mis tiempos, las  escapadas eran a lugares maravillosos llamados “Arcadas” antes de proseguir aclaro; las de antes, eran más que mover el fu-ne-ne en una maquina de baile o dejar el poco dinero que podías gavetear en dos jugadas, eran verdaderos lugares de competencia, de desafío.

El punto era jugar más tiempo por tu tostón, amargar a tu oponente, hacerle daño sicológicamente mediante tácticas como jugarle con la mano cambiada, dejarle ganar un round mientras te comías tu tajadita con chile o simplemente gritar de alegría cuando le trampabas maceta. (claro en el videojuego)

Aunque las salas de juego quedaban arriba de la línea, las divisiones sociales eran notables, estaban “Las Maquinitas del Colombia”  y “Arcada Uno” la primera, sede de los más crudos y marginales jugadores (me incluyo) y la segunda, donde jugaba  el cipote que tenía más posibilidades económicas entiéndase  la Americana, del Liceo o los hijos de Orientales que trabajan en las maquilas.

En las maquinitas del Colombia (llamadas así por estar en la 5ta avenida frente al teatro Colombia….Que? no sabías que había uno llamado así?) llegábamos del Reyes, del Debe, del Técnico Alemán y del 1ero de Mayo, y los de ese montón de lugares que no sabias si eran colegios o pulperías , también llegaban, al medio día, todos los peritos mercantiles de los bancos cercanos, los conserjes y todos nos quedábamos allí, aguantando calor viendo el gran combate de SF2 de algún cipotillo ganandole a un viejo que con mucha pena decía “es que ya me aburrí de jugar”

En el “Colombia” causaron sensación maquinas como MK y MK II, Heavy Barrel, Robocop, Terminator, SFII, Shinobi, OutRun y Ms Pacman.

El “Coime” se llamaba Carlos, el se sentaba en la orilla de la oscura sala con un ventilador y su novia de turno. Carlos, era quien te iba a pegar una patada en el fundillo si te miraba pegándole una patada a una maquinita en mal estado.

Era normal estar jugando y sentir que te pegaban toques en la cabeza, te echaban agua, o fijarte que tu oponente jugaba descalzo, en calzoneta  y entre sus pies andaba una palangana de Hojuelas o Tabletas para vender, nada de eso importaba, todos éramos aleros, desconocidos pero aleros.

 De vez en cuando llegaba la policía enviada por uno de esos políticos farsantes que les encanta el casino y los burdeles a cerrar el lugar, y siempre los policías se quedaban viendo las partidas.

En la zona fresita de Sps estaba “Arcada Uno”, la verdad era un salón más amplio, estaban casi todas las maquinitas del Colombia, pero en buen estado, había aire acondicionado y el coime, un chavo que parecía  palo de coco con gabacha, caminaba entre las maquinitas con cara de “Renuncio”

No obstante,ir a jugar a este sitio era aburrido, nunca encontrabas a un contrincante, siempre estaba lleno gente a la que no le pegaba el Sol , las maquinas eran más caras, y algunas veces anunciaban ridiculeces como “ Prohibido entrar con uniforme” entonces te quitabas la camisa y ya entrabas (que hipocresía comercial No?) lo bueno de jugar allí, era que al salir dabas el rol, te ponías a ver animales en una tienda de mascotas de la par o agarrabas la 2 y te ibas para el parque infantil.

Después volvías a tu casa y tu vida seguía, rebelarse no era  tan malo no? Al menos es mejor que ser un Roboto-mojigato  y hacer lo que te ordenen por ese sucio pago quincenal.

PD- Todos los que nos escapábamos, somos, hoy en día, productivos miembros de la sociedad.