Liseth Colindres y la ayuda.

Cada vez que puedo me leo un segmento del periodico de Carlos Flores, a veces salen churros, otras veces cosas muy interesantes como el caso de Liseth Colindres, una dama capitalina que tiene por oficio ayudar a los infantes con enfermedades terminales.

A lo largo de la entrevista pues te das cuenta de lo ruin y miserable que es la vida para muchas personas y no lo digo por los enfermos sino por la siguente pregunta:

¿Ha pedido ayuda a las iglesias evangélicas?
-Sí, me han dado la recomendación: ¡que ore!, ¡que ore y siga orando!  ¡yo oro por ellos para que se les ablande el corazón!

Asi es, que no les suene raro, Jesucristo hoy en dia es para muchos un impuesto mas de planilla, y esos si tomaron muy en serio de que "Dios me da el pan de cada dia.....Y la patrol, y la casa, y los viajes, y el guardaespalda, y los cipotes estudiando en Miami......hay Sr como me bendices!!"

Para los que quieran leer la entrevista, aqui esta:


Los objetivos de Manos de Amor es ayudar a aliviar el dolor que padecen niños de Honduras, ya que muchos de ellos se encuentran en nuestros hospitales públicos, porque privados nunca, donde no tienen ni el 50 por ciento de derecho en salud y carecen de los medios económicos para cubrir las necesidades inmediatas.
 
Manos de Amor no forma parte de un organismo corrupto y aprovechador, sino un instrumento por el cual se utilice la ayuda nacional e internacional llevando el beneficio permanente de principio a fin.
La misión es mejorar la calidad de vida de todos aquellos niños y niñas que sufran alguna enfermedad congénita, terminal o adquirida.
 
La Fundación Manos de Amor comenzó a funcionar en forma incipiente en el año 2002, sin ninguna clase de ayuda gubernamental, contando únicamente con el apoyo generoso de personas de buen corazón.

Liseth Colindres, ¿tiene Personería Jurídica?
-Estoy haciendo los trámites y formando la junta directiva.

¿Desde cuándo se interesa por los niños con enfermedades terminales?
-Desde pequeña, imagínese que si tenía cinco vestidos regalaba dos. Además de compartir un bocadito y mis pocos juguetes.

¿Buena Navidad?
-Antes de interesarme por los niños enfermos, cada Navidad ofrecía cena navideña a los muchachitos que vivían a las orillas del río de la capitalina colonia La Fraternidad. Actualmente les consigo ropa y zapatos usados.

¿Tiene hijos?
-Todos los que atiendo son mis niños.

¿Cómo cubre sus gastos y las necesidades de sus “hijos”?
-Mi mamá Eliuth Ramírez, quien vive hace mucho en Nueva York me envía ropa, inclusive para los niños, aunque sea usada. Con esta ayuda materna puedo comprar medicina, leche y pañales.

Aún sabiendo que estos niños no tienen posibilidades de vida, ¿por qué lo hace?
-Porque da sentimiento que la mayoría carece de alimentos, como decir arroz, frijoles y café, que es la “dieta” de ellos.
Un manjar para ellos, ¿sabe cuál es? Tener un pedazo de carne, arroz, manteca y tomate.

Cuando estos cipotes llegan de diferentes pueblos o aldeas a recibir tratamiento al Hospital Escuela, ¿cómo hacen?
-Haciendo un gran esfuerzo, los padres los traen y duermen en el suelo, a veces con un tiempo de comida en su barriga. Muchos de estos niños son regresados a su pueblo de origen ya que el hospital aludido no tiene medicinas.

¿Qué calidad de vida?
-No la tienen en la tierra, e irremediablemente cuando fallecen no hay para el ataúd.

Un caso, como ejemplo, ¿ha vivido?
-Recuerdo el caso de Carlitos Pérez (5 años) de Lepaera, Gracias, Lempira, quien murió de cáncer y no había caja para enterrarlo.

¿Tan pobres?
-Menos que eso. Como yo tenía poco dinero al menos compré una sábana y un petate; lo envolvimos y amarramos con una cabuya para que su cuerpecito no fuera a la propia tierra.

Juan Orlando Hernández es oriundo de Lempira, ¿sabía?
-Lo sé y él que está en la Presidencia del Congreso debería de apartar la demagogia y atender las necesidades de estos niños, en vida; o acaso, ¿sólo tienen derechos para morir?

¿Su salario basta?
-No porque yo estoy sola con Dios y algunas amistades ayudando, apoyo con las uñas.

¿Cómo distribuye su dinero?
-A una familia en Valle, Ocotepeque y Yoro, les envío a cada una mil lempiras mensuales para alimentación (arroz, frijoles y café), que no es la adecuada para estas enfermedades terminales.

¿Dónde labora?
En Soptravi, en el departamento de Transporte, por contrato.

Para “sus niños”, ¿qué urgencias tiene?
-Un nebulizador para una niña capitalina; un extractor para un infante de la colonia La Esperanza, que está a punto de perder un pulmón.

¿Cuánto le sobra de su sueldo?
-Yo sobrevivo con mil lempiras, me conformo con ver sufrir menos a los “chigüines”.

¿Ha pedido ayuda a las iglesias evangélicas?
-Sí, me han dado la recomendación: ¡que ore!, ¡que ore y siga orando!  ¡yo oro por ellos para que se les ablande el corazón!

¿Ha hecho algo fuera de lo común para ayudar a alguien?
-Una vez con una señora de Campamento, Olancho (de donde es el que se fue… y el que está en Casa Presidencial), no tenía para trasladar a su hijo de 8 años hacia su pueblo porque ya estaba desahuciado.
Yo estaba en el Hospital Escuela visitando a otro de los enfermitos y vi a una señora angustiada, desesperada, llorando por no tener dinero; tuve que ir con ella al centro de la capital a pedir limosna para su hijo y ella.
¿Sabe a dónde entré? Pues nada menos que a donde “Tito Aguacate”, el bar, primera vez que entraba allí y les expliqué a los parroquianos la situación y en menos de una hora de pedir y llegarles al corazón a los “tomadores” se recaudaron 1,500 lempiras, con lo que la señora pudo llevarse a su hijo a morir y ser sepultado dignamente, siete días después.
¡Dios bendiga a todos esos maravillosos “bolitos”!

¿Qué otra cosa ha hecho para conseguir algunos billetes?
-Sabe hasta qué, vender boletos de los clásicos Olimpia-Motagua en el llamado mercado negro. No me da vergüenza nada; si las personas que hoy leen este reportaje se dieran una cruzada por los hospitales comprenderían la lamentable situación de los muchachitos y sus familias.

¿Qué más quisiera conseguir?
-Más adelante conseguir un terreno y hacer dormitorios para que los familiares de los “cipotes” en tratamiento puedan dormir con tranquilidad y unos bocadillos. La pobreza de esta gente es angustiante, yo así lo veo, pero necesito que “lo vean” los personajes que mandan en este país, desde el Presidente hasta el más humilde empleado gubernamental y la empresa privada.
LA PREGUNTA DEL “TOSTÓN”Por hacer, ¿qué le falta?
-Mucho, primero organizarme jurídicamente, luego veremos. Lo que sí le puedo decir -que yo por esos niños- que sólo me falta bailar en un “night club” para recoger dinero y brindar una vida y muerte digna a mis muchachitos.
¡Dios proveerá!

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Pregunta a los aleluyas: Ven a esta dama haciendo bulla de su labor ? El que quiere hacer, hace......! No anda con papadas. Seguro que esta Sra hace mas que ese monton de bodegas de pisto con gente a las que tienen la mala costumbre de llamar Iglesias.

Para cualquier información:
lisethcolindres@yahoo.com
Celular: 9795-0318
CUENTA BANCARIA BAC:
955488301