Música, fútbol y política

Por Luz Virginia Bueno

Me suena la combinación música y fútbol: imaginarse a un buen equipo llevando la pelota desde su portería a la rival, haciendo elegantes pases hasta llegar al gol, es como una sinfonía, al menos para quienes nos apasiona este deporte. La política viene incluida en este artículo porque algunos políticos, poco creativos, claro está, utilizaron ridículos estribillos para venderse al mejor postor en las recientes elecciones.

Como apasionada de la música -sin tener en mi haber un enorme repertorio de piezas, si no las suficientes como para darme el gusto de disfrutarla-,   y del fútbol, el cual me gusta desde mucho antes de que fuera una pasión en la mayoría del sexo femenino, me llama mucho la atención el himno de la Champions League, una composición de Tony Britten adaptada a una hermosa pieza de Georg FriedrichHandel y que llega a estremecerme, aún más cuando juega el Real Madrid. 

Y es que el fútbol es un deporte que puede ser muy elegante. Los coreanos en el mundial de Japón y Corea 2002, se entretuvieron en el estadio, antes del espectáculo, con la novena sinfonía de Beethoven y se veían eufóricos y disfrutando a más no poder. A menos eso fue lo que pude observar en las tomas de acercamiento de la televisión y en las panorámicas.

En anuncios políticos no he visto piezas, seguro las hay,  en otros paísesclaro está. Sin embargo, escuchar esas canciones como: “… el de los Chocoyos…”,… dan pena ajena.

Qué bonito fuera que alguien creara una canción que realmente valiera la pena. No sólo con un buen mensaje, ya sea de futbol o de política, sino sobre una obra clásica que, además, nos serviría para ir adquiriendo cultura musical.

Y es que hay gustos que son adquiridos, señores y señoras, por lo tanto, no vale decir no me gusta la música clásica, ni el jazz o blues. Hay a quienes no les gusta la cerveza, el tequila o el whiskey y en esas “bebidas sociales” terminan bebiendo demás. Tampoco el sushi es un alimento de nuestra tierra y muchos ya somos fanáticos de él, sea que nos haya gustado de entrada o que poco a poco hayamos ido adaptando el sabor a nuestro paladar.

No sólo los tipos de música antes mencionados, de igual manera las baladas o  el rock en sus diferentes tipos: metal, alternativo, sinfónico; ya sea en inglés o en español, es una música que vale la pena disfrutar. No estamos obligados a que nos gusten todos los géneros, pero vale la pena explorar, salir de lo cotidiano y buscar un poquito de cultura musical.

Como dice mi amigo Luis Matute: “¡quién te ha dicho que el reguetón es música!” (yo le agregaría, ni la bachata de Aventura),  aunque claro está, para bailar el reguetón contagia, no hay que negarlo.

“La música es sinónimo de libertad, de tocar lo que quieras y como quieras, siempre que sea bueno y tenga pasión, que la música sea el alimento del amor”, decía KurtCobain(1967-1994), vocalista de Nirvana.